21 de septiembre de 2010

Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo. Para una buena visión, es necesaria una retina saludable. Si usted tiene retinopatía diabética, al principio no notará ningún cambio en su visión. Pero con el tiempo, puede empeorar y tener una pérdida en la visión. Generalmente afecta ambos ojos.
La retinopatía diabética tiene cuatro etapas:
1. Retinopatía no proliferativa ligera. La más temprana de la enfermedad, en la que aparecen los micro aneurismas (pequeñas áreas de inflamación que parecen ampollas), en los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
2. Retinopatía no proliferativa moderada. Según avanza la enfermedad, algunos vasos sanguíneos que alimentan la retina se obstruyen.
3. Retinopatía no proliferativa severa. Muchos más vasos sanguíneos se bloquean, haciendo que varias partes de la retina dejen de recibir sangre. Entonces estas áreas de la retina envían señales al cuerpo para que haga crecer nuevos vasos sanguíneos.
4. Retinopatía proliferativa. En esta etapa avanzada, las señales enviadas por la retina para alimentarse causan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Esto se llama la retinopatía proliferativa. Estos nuevos vasos sanguíneos son anormales y frágiles. Crecen a lo largo de la retina y de la superficie del gel vítreo (el gel incoloro que llena el interior del ojo).
Por sí mismos, estos vasos sanguíneos no causan ningún síntoma o pérdida de la visión. Sin embargo, tienen paredes muy delgadas y frágiles. Si llegaran a gotear sangre, podría haber una pérdida severa en la visión o incluso resultar en la ceguera.
Afectados
Todas las personas con diabetes, tanto del tipo 1 como del tipo 2, corren riesgo. Entre el 40 y el 45 por ciento de los norteamericanos con diabetes tienen algún nivel de retinopatía diabética. También puede ser un problema para embarazadas que padecen diabetes.
Vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos dañados por la retinopatía diabética pueden causar una pérdida en la visión de dos maneras:
1. Se pueden desarrollar vasos sanguíneos anormales y frágiles que pueden gotear sangre en el centro del ojo, opacando la visión. Esto es la retinopatía proliferativa, es la cuarta y más avanzada etapa de la enfermedad.
2. Líquido puede gotear dentro del centro de la mácula (parte del ojo que provee la visión central clara). Este líquido hace que la mácula se inflame, nublando la visión. Esta condición se llama edema macular. Puede ocurrir en cualquier etapa de la retinopatía diabética, aunque es más probable al progresar la enfermedad. Aproximadamente la mitad de las personas que tienen retinopatía proliferativa también padecen de edema macular.
Señales de advertencia temprana
La retinopatía diabética frecuentemente no ofrece ninguna señal de advertencia temprana. Al principio, sólo verá unas manchitas de sangre que "flotan" en su visión. Si le aparecen manchas más grandes, puede que necesite tratamiento antes de que ocurra una hemorragia más seria. Las hemorragias suelen ocurrir más de una vez, y frecuentemente cuando está dormido. Algunas veces las manchas desaparecen sin tratamiento y verá mejor. Sin embargo, la hemorragia puede ocurrir de nuevo y nublarle la vista severamente o causarle ceguera. Mientras más pronto reciba tratamiento, más probabilidad tendrá de que sea eficaz.
Tratamientos
Se recomienda que las personas con diabetes se hagan un examen completo de la vista por lo menos una vez al año. Si usted tiene retinopatía diabética, quizá necesite un examen más frecuentemente. Las personas con retinopatía proliferativa pueden reducir el riesgo de la ceguera en un 95 por ciento con un tratamiento oportuno y un seguimiento adecuado.
Durante las tres primeras etapas de la retinopatía diabética no se necesita un tratamiento, a menos que tenga edema macular. Para prevenir el progreso de la retinopatía diabética, las personas con diabetes deben controlar los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial y el colesterol.
Científicos estudian medicamentos que detengan las señales que la retina envía al cuerpo para hacer crecer nuevos vasos sanguíneos. Algún día, estos medicamentos podrían ayudar a las personas a controlar su retinopatía diabética.
Un paciente puede necesitar la cirugía focal con láser más de una vez para controlar el líquido que gotea. Si usted tiene edema macular en ambos ojos y requiere cirugía láser, generalmente le tratarán un ojo a la vez, con diferencia de semanas entre las dos cirugías. El tratamiento focal con láser estabiliza la visión. De hecho, reduce el riesgo de una pérdida de visión en un 50 por ciento. En pocos casos, si la visión se ha perdido, se puede mejorar.
Si ha perdido parte de su visión por la retinopatía diabética, pregunte por servicios y aparatos para la baja visión que le ayuden a aprovechar lo más posible la visión que le queda.
Recuerde:
Si usted tiene diabetes, hágase un examen completo de los ojos al menos una vez al año.
La retinopatía proliferativa puede desarrollarse sin síntomas. En esta etapa avanzada, usted corre riesgo de tener alguna pérdida de visión.
El edema macular puede desarrollarse sin síntomas durante cualquiera de las cuatro etapas de la retinopatía diabética.
Puede desarrollar retinopatía proliferativa y edema macular y aún ver bien. Sin embargo, corre un alto riesgo de perder su visión.
El médico le puede decir si tiene edema macular o cualquier etapa de retinopatía diabética. Tenga o no síntomas, la detección temprana y un tratamiento oportuno pueden prevenir la pérdida de su visión.


VISION NORMAL


RETINOPATIA DIABETICA


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...